Los jardines del castillo, situados a orillas del Loira, se transforman en jardines salvajes. En más de una hectárea, el jardín da paso a la libertad y la biodiversidad, un lugar pacífico, inspirador y en constante evolución.
El Château de Montsoreau rinde homenaje a Miriam Rothschild, una amante de la naturaleza que dedicó toda su vida a la investigación científica y a la jardinería tradicional para crear jardines « naturales ».
Dejando de lado la tecnología, la química y el intervencionismo, el jardín salvaje favorece la sociabilidad de las plantas autóctonas y preserva la fauna circundante.

Crédito de la foto: Mariana Cook
« No te vuelves naturalista, lo eres,
como músico o pintor,
No creo que eso se pueda aprender ».